En la era de la saturación publicitaria, las marcas buscan constantemente formas innovadoras de destacarse, recurriendo a técnicas que borran los límites entre lo real y lo digital. En Chile, las campañas de Fake Out Of Home (FOOH) y otras intervenciones de marketing han marcado un hito, creando experiencias que capturan la atención de manera única. Contrario a la creencia popular, la mayoría de estas experiencias no se fundamentan en la realidad aumentada (AR) en tiempo real, sino en el ingenio de la postproducción y los efectos visuales (VFX). Aquí, profundizamos en el proceso creativo detrás de estas campañas, revelando cómo la combinación de técnicas tradicionales y digitales da vida a lo inimaginable.
El primer paso hacia la creación de estas impresionantes campañas es la captura de la situación real. Curiosamente, este proceso no siempre requiere de equipos de alta tecnología; en muchos casos, se utilizan cámaras de gama intermedia o incluso teléfonos celulares. Esta elección ayuda a mantener un aspecto de autenticidad y cercanía con el espectador, algo crucial para las intervenciones en espacios públicos. Durante el rodaje, se incluyen extras y se realiza toda una puesta en escena, preparando el terreno para la magia que vendrá después. Esta etapa es vital, ya que establece el contexto y el marco dentro del cual los elementos digitales interactuarán más adelante.
La inclusión de extras en la escena es más que un simple detalle; es una parte integral del proceso de inmersión. Estos actores interactúan con el espacio vacío o con marcadores que posteriormente serán reemplazados por animaciones 3D, proporcionando una guía visual para la integración de los efectos. Esta interacción prepara el escenario para una integración creíble de la animación, asegurando que las respuestas y los movimientos de los extras se sincronicen con los elementos digitales que serán añadidos.
Una vez capturado el metraje real, el siguiente paso es la creación y animación de los elementos 3D. Esta fase es donde la visión creativa realmente toma forma, con artistas y técnicos modelando desde criaturas mitológicas hasta iconos históricos, todos diseñados para integrarse a la perfección en el metraje real. La animación 3D permite una flexibilidad y una expresividad que serían imposibles de lograr en vivo, abriendo un mundo de posibilidades para la narrativa visual.
El proceso de integración y postproducción es el corazón de estas campañas, donde el metraje real y los elementos digitales se unen para crear algo completamente nuevo. Esta etapa requiere una atención meticulosa al detalle, desde el ajuste de la iluminación y las sombras hasta la sincronización precisa de las interacciones. El objetivo es hacer que los elementos digitales parezcan haber estado allí en el momento de la filmación, creando una ilusión convincente que sorprenda y deleite al público.
El resultado final de este complejo proceso es una campaña de publicidad o una intervención de marketing que rompe los moldes tradicionales, ofreciendo al público una experiencia única que queda grabada en su memoria. Estas creaciones no solo demuestran el poder de la tecnología y la creatividad, sino que también subrayan la importancia de la narrativa visual en la conexión con el público.
A través de la exploración de estos procesos, queda claro que, lejos de depender de la realidad aumentada, es la habilidad en la postproducción y los efectos visuales lo que permite a las marcas crear experiencias publicitarias verdaderamente impactantes. En Chile y más allá, estas técnicas continúan empujando los límites de lo que es posible, transformando lo cotidiano en extraordinario, siendo una nueva poderosa herramienta para el mundo de la publicidad.
Este viaje creativo demuestra que, lejos de depender únicamente de la tecnología de AR, es la habilidad en postproducción y VFX lo que realmente permite a las marcas chilenas y del mundo crear esas experiencias inolvidables que trascienden los límites de nuestra imaginación.
En conclusión, el dinámico mundo del Fake Out Of Home (FOOH) ha revolucionado la forma en que las marcas interactúan con los consumidores en espacios públicos. La capacidad de transformar escenarios cotidianos en experiencias publicitarias extraordinarias no solo capta la imaginación de la audiencia, sino que también redefine el panorama de la publicidad urbana. Sin embargo, como con cualquier tendencia caliente, existe el riesgo de que las marcas lleguen tarde a la fiesta.
En un mercado donde la novedad de los FOOH ya ha creado expectativas elevadas, introducir experiencias de bajo costo y calidad inferior podría no solo fallar en entusiasmar al público, sino también dañar la percepción de la marca. Una ejecución barata y de bajo presupuesto puede transmitir un mensaje equivocado, sugiriendo una falta de compromiso con la innovación y la calidad. Esto, en lugar de atraer, podría alejar a los consumidores que buscan autenticidad y creatividad en las interacciones con sus marcas favoritas.
Las marcas deben, por lo tanto, sopesar cuidadosamente el timing y la inversión en tecnologías como FOOH. Mientras que capitalizar esta tendencia puede ser poderoso, hacerlo de manera precipitada y sin el debido cuidado puede resultar ser un arma de doble filo. En un mundo donde la primera impresión es crucial, un intento fallido de subirse al tren de FOOH puede ser un paso en falso que las marcas querrán evitar. Por tanto, la invitación es a sumergirse con estrategias bien pensadas y ejecuciones de alta calidad que realmente engrandezcan la marca y enriquezcan la experiencia urbana.
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